La Catedral de San Basilio ha sido hasta la fecha una de las construcciones arquitectónicas más llamativas del mundo. Es por eso que en este artículo conoceremos más sobre ella y parte de su historia…
Historia
La Catedral de San Basilio, conocida también como la Catedral de San Basilio el Bendito o la Catedral de la Intercesión de la Santísima Madre de Dios en el Foso. Esta se destaca en la Plaza Roja y es uno de los monumentos arquitectónicos más famosos de Moscú.
Fue edificada entre 1555 y 1561 para conmemorar el triunfo de la conquista de Kazán por Iván el Terrible, un evento que permitió a Rusia ampliar su territorio por miles de kilómetros.
Para poder llevar a cabo la laboriosa construcción, se tuvo que usar la tecnología de las torres de ladrillo introducida por los italianos. La Catedral se compone de ocho iglesias dispuestas alrededor de una torre central, simbolizando los ocho días del asedio de Kazán. El arquitecto responsable del diseño y construcción de la Catedral de San Basilio fue el ruso Postnik Yakovlev.
Antecedentes
El templo consta de nueve iglesias sobre los mismos cimientos y un campanario. A primera vista, la estructura del templo puede parecer confusa, pero al imaginar que lo estás viendo desde arriba, todo se vuelve claro. La iglesia principal, en forma de pilares en honor a la Intercesión de la Madre de Dios, con una carpa rematada con una pequeña cúpula, está rodeada por cuatro iglesias axiales, entre las cuales se encuentran otras cuatro más pequeñas. El campanario a cuatro aguas se añadió más tarde, en la década de 1670.
Hoy en día, la catedral funciona como un templo y también como una sucursal del Museo Histórico. Los servicios religiosos se reanudaron en 1990. La arquitectura, la decoración exterior, la pintura monumental, los frescos y los raros iconos rusos hacen que la catedral sea un templo único en belleza y significado en Rusia. En 2011, la catedral celebró su 450 aniversario con eventos jubilares durante todo el verano, abriendo pasillos que antes estaban cerrados al público y organizando una nueva exposición.
En la década de 1580, se añadió el sello más distintivo de la Iglesia: las cúpulas con forma de bulbo. Cada cúpula fue construida con un diseño individual, pintada a mano y con placas de metal apoyadas en un marco de hierro que le da su característica forma de jaula de pájaro. El resultado fue un impresionante reto arquitectónico nunca antes visto en Rusia.

Características principales
La Catedral de San Basilio es una obra arquitectónica única en su estilo ya que puede resultar confuso determinar a qué estilo pertenece. Sus fuentes de inspiración han sido motivo de descontento de muchas personas, por ejemplo, Eugène Viollet-le-Duc rechazó las raíces europeas y consideró que los arcos en ménsula eran de origen bizantino y asiático. Otra hipótesis moderna sugiere que la catedral podría ser una recreación de la mezquita Qol-Şärif, que fue destruida tras el asedio de Kazán.
Por otro lado, escritores rusos del siglo XIX, como Iván Zabelin, hicieron mucho énfasis en la influencia de las iglesias de madera del norte de Rusia. Los motivos de estas iglesias encontraron su camino en la albañilería de la catedral, especialmente en las iglesias votivas que no necesitaban albergar grandes congregaciones.
El historiador David Watkin también destaca que la catedral presenta una mezcla de influencias rusas y bizantinas, describiéndola como la culminación de la arquitectura rusa vernácula de madera. En resumen, la Catedral de San Basilio es una maravillosa amalgama de diversas influencias arquitectónicas que la hacen única en el contexto de la tradición cultural bizantina y de Moscovia en general.
Estilo
El historiador ruso Dmitri Shvidkovski sugiere que las formas poco comunes de la Catedral de la Intercesión y la Iglesia de la Ascensión en Kolómenskoye reflejan un renacimiento peculiar. El cual se hizo fusionando elementos tempranos de la arquitectura moscovita con la influencia del renacimiento italiano.
Por otro lado, Andréi Batálov menciona que, según el número de nuevos elementos introducidos en la iglesia de la Trinidad, es probable que haya sido construida por artesanos alemanes. Durante el reinado de Iván, los alemanes e ingleses reemplazaron a los italianos. Aunque la influencia alemana alcanzó su punto máximo más tarde, durante el reinado de Miguel I de Rusia. La presencia de pilastras almohadilladas en la iglesia central apoya indirectamente la influencia alemana, ya que esta característica era más común en la Europa del Norte contemporánea que en Italia.
En general, la academia sostiene que la Catedral de San Basilio es probablemente un producto de la compleja interacción de las diversas tradiciones rusas de arquitectura en madera y piedra, con algunos elementos tomados de las obras de los italianos en Moscú. Por ejemplo, el estilo de ladrillo utilizado en las bóvedas es de origen italiano.
En pocas palabras, la Catedral de San Basilio es una obra arquitectónica excepcional que combina influencias de diversas tradiciones y culturas. Esto la convierte en un símbolo único del renacimiento nacional emergente en Rusia.
Diseño y colores
El diseño de la catedral desde un inicio se determinó que fuera diferente, optando por un plano más simétrico con ocho iglesias laterales alrededor del núcleo central. Este nuevo diseño resultó en un plan coherente y lógico, a pesar de las críticas que lo tachaban de carente de moderación o razón, influenciadas por el recuerdo de las atrocidades de Iván.
El núcleo central y las cuatro iglesias más grandes, ubicadas en los puntos cardinales principales, tienen forma octogonal. En contraste, las cuatro iglesias más pequeñas, dispuestas diagonalmente, tienen forma cúbica, aunque su forma original apenas es visible debido a las adiciones posteriores. Las iglesias más grandes se encuentran en bases masivas, mientras que las más pequeñas se elevan sobre plataformas elevadas, dando la impresión de estar suspendidas sobre la tierra.
La Catedral de San Basilio adquirió sus vivos colores actuales en diversas etapas, desde la década de 1680 hasta 1848. En el siglo XVII, la actitud rusa hacia el color cambió a favor de tonos más brillantes.
El arte iconográfico y mural experimentó un crecimiento explosivo en el número de pinturas disponibles, tintes y combinaciones. El esquema de color original era mucho menos desafiante que el actual, siguiendo la representación de la Ciudad Celestial en el Libro del Apocalipsis. Esta representación hace referencia a un arco iris similar a una esmeralda alrededor del trono, así como a veinticuatro ancianos sentados en tronos con coronas de oro.

Concepto
Inicialmente, la Catedral de San Basilio se caracterizó por su austeridad y una composición de varias partes. No tenía una fachada principal destacada y su apariencia externa era rica, mientras que sus espacios interiores eran relativamente pequeños, con un enfoque importante en elementos decorativos.
El templo fue construido principalmente en ladrillo, con cimientos, basamento y ciertos detalles hechos de piedra blanca. En la parte occidental de la catedral, se utilizó un techo de ladrillo plano con ladrillos perforados con agujeros redondos que se conectan con clips de metal para asegurar su estabilidad. La cúpula de la iglesia central descansa sobre ladrillos dispuestos en espiral.
La Catedral de San Basilio es una estructura que puede considerarse como festiva increíblemente elegante que parece una planta gigante en flor. Sus diferentes partes, como cúpulas y adornos, presentan formas vegetales muy complejas, intrincadas y diversas. Un aspecto único de la catedral es que, a pesar de su altura de más de 60 metros, no cuenta con cimientos profundos. Solamente cuenta con un sótano alto en una colina rellenada artificialmente en lugar de un foso defensivo. Esta característica cuestiona la leyenda que sugiere que la biblioteca de Iván el Terrible se encuentra en los sótanos de la catedral. Esto se hace posible ya que la única cimentación posible es una tira que alcanza apenas los dos metros de profundidad.
Elementos arquitectónicos
La Catedral de San Basilio cuenta con una impresionante torre central que se eleva de forma impresionante hasta los 47.5 metros de altura. Todos sus acabados hacen referencia a una belleza máxima lograda por la armoniosa combinación de colores.
La capilla central se destaca por su iconostasio en oro y las pinturas dedicadas a la Virgen y su hijo. A su alrededor, se encuentran las demás capillas que se entrelazan desde la entrada principal hasta el primer piso. La catedral es un deleite visual, con un encantador despliegue de colores que se mezclan en las torres de ladrillo rojo.
En cuanto a las ocho torres de la catedral, fueron culminadas con cúpulas en forma de cebolla, estas se disponen alrededor de una novena espira central, formando una estrella de ocho puntas. El número ocho tiene un gran significado religioso, representando el día de la resurrección de Cristo. Esta estrella simboliza la iglesia cristiana como luz de guía para la humanidad, mostrándonos el camino a Jerusalén. También representa a la Virgen María, quien es representada en la iconografía ortodoxa con un velo decorado con tres estrellas de ocho puntas.
Las cúpulas extravagantes y ricamente coloreadas contrastan con un interior más modestamente decorado y algo menos espectacular. Pequeñas capillas débilmente iluminadas y pasillos muy largos, conducen al interior de la iglesia. En esta parte de la construcción, las paredes están cubiertas de delicados diseños florales en colores pastel que datan del siglo XVII.

Primera reconstrucción
La Catedral de San Basilio mantuvo su apariencia original hasta 1588, cuando se construyó la décima iglesia en la parte noreste. Esta se realizó sobre la tumba de San Basilio, quien había pasado mucho tiempo contemplando la obra y pidió ser enterrado allí.
A finales del siglo XVI, las cúpulas de la catedral recibieron su revestimiento actual para reemplazar el original, que fue destruido por un incendio. Luego, en 1672, se construyó la undécima iglesia en la zona suroeste. Este fue un pequeño templo sobre la tumba de San Juan, quien fue enterrado cerca de la Catedral en 1589.
En la segunda mitad del siglo XVII, la Catedral experimentó cambios significativos en su apariencia. El primero de ellos fue el tejadillo de madera que protegía la galería de la intemperie y solía ser destruido en incendios, fue reemplazado por un tejado que se apoyaba en pequeños postes con arcos. Además, se construyó la Iglesia de Santa Teodosia sobre el atrio de la Iglesia de San Basilio. Estos cambios dieron lugar a la apariencia actual de la Catedral de San Basilio.
Segunda reconstrucción
En 1737, un devastador incendio causó daños importantes a la Catedral de San Basilio, los cuales especialmente afectaron a la iglesia meridional. Durante las obras de reconstrucción llevadas a cabo entre 1770 y 1780, se vieron varios cambios significativos en la técnica de pintura del interior. Los altares de iglesias de madera ubicadas en la Plaza Roja, que fueron derribadas para prevenir futuros incendios, tuvieron que ser trasladados al interior de la catedral. En el recinto, se realizaron pinturas al óleo con imágenes de santos y escenas de sus vidas. Estas pinturas fueron restauradas en los años 1845-1848 y nuevamente a finales del siglo XIX.
Si hablamos de la apariencia exterior, las paredes fueron pintadas usando una técnica que imitaba la incrustación de grandes piedras. Se construyeron los arcos en el primer nivel, que no estaba destinado a ser habitado y en la parte occidental de este nivel se instalaron viviendas para los sacerdotes del templo. El campanario también fue conectado al edificio de la Catedral. La parte superior del altar de la iglesia de San Basilio se convirtió en la sacristía, donde se guardaban las reliquias y otros objetos religiosos.
A finales del siglo XIX, se planteó por primera vez el objetivo de devolver a la catedral su aspecto original. Para llevar a cabo este ambicioso proyecto, se creó una Comisión especial formada por arquitectos, científicos y pintores destacados. Ellos fueron los responsables de trazar las principales líneas de investigación y reconstrucción de la catedral.

Trabajos de restauración
En 1920, los trabajos de investigación y restauración permitieron recuperar su aspecto original. Con ello se pudieron restaurar los interiores de algunas capillas que datan de los siglos XVI y XVII. Desde entonces y hasta la actualidad, se han llevado a cabo cuatro restauraciones completas que incluyeron tanto la arquitectura como la pintura. Se restauró la pintura que imitaba el ladrillo en el exterior de la catedral y en el interior de dos de sus capillas.
En la década de 1950 y 1960, se realizaron trabajos de restauración únicos en los cuales se descubrió la inscripción que indicaba la fecha exacta de la finalización de la catedral. Esto fue el día 12 de julio de 1561, día de los Apóstoles San Pedro y San Pablo. Además, se reemplazó el revestimiento de hierro de las cúpulas por cobre, lo que permitió su conservación hasta el día de hoy.
En la década de 1970, se encontró un fresco del siglo XVII bajo las pinturas de la galería exterior, lo que sirvió de base para la reconstrucción de la pintura ornamental en las fachadas de la Catedral. En 1991, el uso del conjunto arquitectónico fue compartido por el Museo Histórico y la Iglesia Ortodoxa Rusa. En 1997, la capilla de San Basilio, que estuvo cerrada al público desde finales de la década de 1920. Durante este periodo se restauró y se convirtió en parte de la exposición del museo, donde se reanudaron los servicios religiosos.
Entre 2001 y 2011, se llevó a cabo una restauración de forma completa de siete capillas de la catedral. Con esto se tuvieron que renovar las pinturas de la fachada y en algunas partes, la pintura a témpera de la galería interior. En el año de 2007, la catedral ganó el concurso de las «7 maravillas de Rusia».
La catedral en la actualidad
Hoy en día, la Catedral de San Basilio es una de las más grandes construcciones de Rusia y del mundo entero. Con esto se han llevado a cabo trabajos de reparación y restauración para que los visitantes puedan apreciarla en todo su esplendor hasta la fecha. Aunque su exterior es llamativo y extravagante, el interior de la catedral es mucho más modesto en su decoración ya que conserva un ambiente íntimo y austero. Si hablamos sobre la iluminación de los espacios, esta es tenue y los diseños florales en colores pasteles crean una atmósfera especial en su interior.
Los visitantes tienen la oportunidad de subir por una estrecha escalera de madera en forma de caracol. Desde este punto se pueden contemplar una de las paredes que fueron descubiertas durante los trabajos de restauración en la década de 1970. Además, pueden admirar el maravilloso e invaluable biombo con imágenes sagradas el cual se encuentra ubicado en la Capilla de la Intercesión. Esta es una obra que data del siglo XVI y que es una verdadera joya artística.
La Catedral de San Basilio sigue siendo un lugar de gran interés turístico y cultural en Moscú, su belleza arquitectónica y valor histórico siguen asombrando a los visitantes de todas partes del mundo. Es un lugar donde la historia y la cultura se entrelazan sobre todo, donde se puede apreciar la riqueza artística y espiritual de la tradición ortodoxa rusa.